Detienen a cinco individuos en Valencia y desarticulan una banda que introducía personas de Irak con camiones

Las investigaciones iniciales se centraron en un individuo iraquí nacionalizado español y residente en la capital

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ActualitatDiària

Seis personas, cinco en València y una en Bilbao, han sido arrestadas como presuntos integrantes de una organización internacional de origen iraquí dedicada a la introducción irregular de compatriotas en la Unión Europea en camiones frigoríficos a través de los puertos de Santurtzi (Bizkaia) y Santander.

Según ha informado la Delegación del Gobierno en el País Vasco, agentes la Guardia Civil y la Policía Nacional, con la colaboración de Europol, han desarticulado una organización que llevaba años favoreciendo la inmigración irregular de ciudadanos del Kurdistán iraquí con tránsito en España, desde donde se les introducía en camiones frigoríficos con destino a Reino Unido a través de los puertos de Santander y Santurtzi (Bizkaia), entre otros métodos.

Las investigaciones se iniciaron cuando en febrero de 2017, en un área de servicios de Ferreruela de Huerva (Teruel), seis inmigrantes de nacionalidad iraquí (cuatro de ellos menores), de la misma familia, fueron localizados en el interior de un camión frigorífico que transportaba mercancías a Reino Unido.

El mismo día se tuvo conocimiento de otro hallazgo de inmigrantes en situación irregular ocurrido en Chiva (Valencia). En este caso, fueron halladas dos personas de origen iraquí en el interior de otro camión.

En marzo, en un área de servicio de Villafranca del Campo (Teruel), en el interior de otro camión frigorífico que se dirigía a Reino Unido se localizó a ocho inmigrantes (cuatro menores) de nacionalidad iraquí. Fueron las personas transportadas en el interior de los remolques quienes dieron la voz de alerta llamando a emergencias ante el temor a morir de frío.

La Guardia Civil y la Policía Nacional iniciaron sendas investigaciones para el esclarecimiento de los hechos. Al detectar coincidencias, se creó un equipo conjunto de trabajo, coordinado por el Centro de Inteligencia y contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), para desmantelar la organización criminal asentada en España y sus ramificaciones en otros países. Se incorporó a Europol, para mantener el intercambio de información con otros países de la UE.

El capo de la organización

Las investigaciones iniciales se centraron en un individuo iraquí nacionalizado español y residente en València que condujo paulatinamente hasta otros miembros de la red y a los países por los que se desplazaban y residían de forma itinerante para dificultar su detección.

Para facilitar su movilidad geográfica dentro y fuera del espacio Schengen, los miembros de la organización disponían de residencia legal o incluso la nacionalidad de algún país europeo.

Diferentes métodos de tráfico

La organización ha utilizado diferentes métodos para el tráfico de personas, si bien el preferente es el transporte en camiones frigoríficos de mercancías con destino a Reino Unido a través del corredor Cantábrico-Mediterráneo hasta puertos del norte de España como Santurtzi y Santander o a través de puertos y pasos fronterizos del norte de Francia, como Calais o Dunkerque.

Esta modalidad consiste en la introducción de grupos de entre 6 y 8 personas, generalmente familias con hijos menores de edad (incluso bebés de pocos meses) en el interior de camiones frigorífico con destino a Reino Unido.

Los integrantes de la organización obtenían información detallada sobre del destino de los transportes y aprovechaban el descanso nocturno del conductor del camión para, sin su conocimiento, introducir a las personas en el interior del remolque.

Para ello, recolocaban la carga del camión (generalmente hortalizas) y acondicionaban un pequeño espacio en el que viajaban y se ocultaban las personas. Los encargados de realizar esta maniobra tenían la habilidad suficiente para la apertura de las cerraduras y sustitución de precintos sin que fuera detectado forzamiento alguno, cualquiera que fuera el sistema de cierre del remolque.

El tiempo de estancia en el interior del camión rondaba entre 30 y 40 horas, normalmente vehículos frigoríficos a temperaturas que no superan los 4 grados. La organización era consciente del riesgo que supone este tipo de viajes, actuando “con absoluto desprecio” a la vida e integridad de las personas transportadas, llegando incluso a golpear o suministrar algún hipnótico a quienes entraban en pánico.

El precio exigido por la organización oscilaba entre los 3.000 euros por persona para el transporte en camión frigorífico y los 10.000 euros por persona si se trataba de transporte en vía aérea con documentación falsificada o en auto caravanas.

Se incrementaba considerablemente si las víctimas solicitaban el acompañamiento de un “pasador” de la organización en el interior del transporte. Ello suponía un amplio margen de beneficios, teniendo en cuenta que se atribuye a la organización el tráfico ilícito de más de un centenar de personas en 2017.

El pago se hacía efectivo empleando el método hawala o en efectivo o utilizando empresas de envío de dinero, y fraccionando los envíos a nombre de destinatarios (mulas), que prestaban su nombre a cambio de una pequeña cantidad de dinero.

Una vez que tenían asegurado el dinero, la organización recogía a las personas en los lugares convenidos para introducirlas en los camiones. De esta manera, los miembros del grupo se aseguraban la dificultad de detección por los investigadores de cualquier operación monetaria a su nombre que pudiera relacionarlos con actividades ilícitas.

La jerarquía

La dirección de la organización la ostentaba una persona de origen iraquí, nacionalizado español y residente en Valencia. Se encargaba de asignar cometidos y tomar las decisiones fundamentales, como el precio del servicio, las rutas a utilizar y el reparto de beneficios.

Su grado de especialización y confidencialidad era tan elevado que incluso se encargaba de la introducción en el interior del camión, pues poseía la habilidad de hacerlo sin que el transportista lo notara. En un nivel inferior se encontraban los “pasadores”, que incluso viajaban en el interior del transporte utilizado (camión o ferry).

Otros eran captadores, poniendo en contacto a las personas interesadas en acceder a la UE con los líderes de la organización a cambio de un porcentaje del importe que alcanzara la operación. Ninguno de ellos reside en España, sino que operan en diferentes países y de manera itinerante.

Otros integrantes de la organización de menor nivel desarrollaban cometidos de apoyo, como alquiler de los vehículos o reserva de alojamiento, obtención de billetes de avión o tren y tareas similares. Entre ellos se encuentran los españoles detenidos.

Seis detenidos en España

Este miércoles, 17 de enero, se procedió a la detención de seis personas, cinco en València y una en Bilbao. Se han realizado simultáneamente cinco registros domiciliarios y de un local en València.

Se han intervenido 15.000 euros y 8.000 dólares en efectivo, documentación bancaria, justificantes de remesas de dinero, soportes informáticos y dispositivos móviles cuyo contenido está siendo analizado y varios documentos de viaje. En el operativo estuvo presente una oficina móvil de Europol.

A los detenidos se les atribuye los delitos de pertenencia a organización criminal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, falsedad documental y blanqueo de capitales. Este viernes han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Teruel, bajo cuya dirección se han realizado todas las actuaciones. De forma paralela, el Juzgado ha ordenado el embargo de una vivienda, un vehículo y el bloqueo de varias cuentas bancarias titularidad de los investigados.

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