Un informe del Provincial de Castellón señala que hay más suicidios en las zonas rurales que en las urbanas

El suicidio masculino fue tres veces más frecuente que el femenino y las tasas de suicidio se incrementaron con la edad

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ActualitatDiària

Un estudio en el que han participado especialistas del área de salud mental del Hospital Provincial de Castellón concluye que las ratios de suicidio en la provincia son superiores en las zonas rurales que en las urbanas. Este estudio demuestra que los patrones urbano-rurales de suicidio han cambiado en los últimos años en España, pues hasta ahora se habían descrito menos tasas de suicidio en el ámbito rural, que engloba aquellas zonas con una densidad de población inferior a 300 habitantes por kilómetro cuadrado y un máximo de 5.000 habitantes.

Factores sociodemográficos y psiquiátricos pueden influir -según constatan los investigadores- en las diferencias urbano-rurales en el suicidio. Así, el uso de servicios de salud mental es menos frecuente en las zonas rurales, posiblemente porque existe un mayor prejuicio hacia el tratamiento psiquiátrico, ha puntualizado el psiquiatra del Provincial Rafael Mora. El estudio del Provincial se centra en el número de suicidios consumados entre los años 2009 y 2015 que, según los datos facilitados por el Instituto de Medicina Legal, han ascendido a un total de 343 casos.

La muestra final del citado estudio ha incluido a 312 personas, ya que el 9 por ciento de los casos no estaban registrados en la base de datos hospitalaria y los especialistas no han podido acceder a su historia clínica. El suicidio masculino fue -según recoge la investigación- tres veces más frecuente que el femenino y las tasas de suicidio se incrementaron con la edad, especialmente en mayores de 65 años. Este estudio, que ha contado con la colaboración de la Fundación del Hospital Provincial y ha sido publicado en el último número de la Revista de Psiquiatría y Salud Mental, es la continuación de una primera investigación en la que los especialistas, con la información del Instituto de Medicina Legal y las historias clínicas de los pacientes, indagaron en las características de las personas que se han quitado la vida.

De este estudio pionero se desprende que el 70 por ciento tenía una enfermedad mental. Así, el 26 por ciento de los casos estudiados presentaba depresión y el 44 por ciento padecía trastornos mentales como conductas adictivas, ansiedad, esquizofrenia, trastorno bipolar o de la personalidad.

Sin embargo, el 30 por ciento restante de las personas que en el periodo de tiempo analizado se han quitado la vida no habían sido diagnosticadas de un problema de salud mental, lo que resulta llamativo si se tiene en cuenta que otros estudios concluyen que el 90 por ciento de las personas que de forma deliberada se provocan la muerte padece una patología mental. “Los profesionales que trabajamos en la prevención e intervención tenemos un gran reto -ha destacado el doctor Mora- puesto que ese dato nos alerta de que tenemos que tomarnos en serio cualquier verbalización de ideación suicidia y entre todos debemos concienciar a la sociedad para que el suicidio deje de ser un tema tabú y pueda hablarse de este asunto con el fin de que las personas acudan a especialistas de salud mental y lograr así que descienda la tasa de este tipo de muertes”. Perfil de las víctimas El 77 por ciento de las víctimas eran varones frente al 23 por ciento de mujeres, según el estudio, que destaca que el perfil de las personas que han consumado el suicidio en la provincia de Castellón en los últimos años es el de un varón con edad comprendida entre los 40 y 55 años.




“Uno de los datos más relevantes es que el 10 por ciento de las personas que se quitaron la vida lo intentaron antes en los tres meses previos, lo que nos demuestra que esos casos habrían podido evitarse”, ha señalado el doctor Mora. “Por ello -ha añadido el doctor- una comunicación abierta es vital para combatir el suicidio, se debe trabajar en disipar mitos y reducir el estigma que lo rodea. No se trata de normalizar el suicidio, sino de establecer estrategias de prevención basadas en una comunicación efectiva con quienes podrían ser vulnerables a consumar el hecho”.

Especialistas del Provincial forman parte del grupo de trabajo y seguimiento del Plan de Prevención del Suicidio y Manejo de la Conducta Suicida en la Comunitat Valenciana, que incluye la implantación del ‘Código Suicidio’, que consiste en unos protocolos de actuación para los grupos de riesgo, así como la puesta en marcha de campañas de sensibilización y la preparación de guías informativas para docentes, familiares y medios de comunicación, entre otros.

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